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Bud Black no olvida su paso por la LVBP

21/07/2021

Bud Black Fotos: AP/ Grupo Últimas Noticias

Alexander Mendoza | Prensa LVBP

Caracas.- Apenas Bud Black escuchó el nombre de “Venezuela” de inmediato soltó: “Sabías que en 1981 ¿Sí?… ¿Cómo sabes que estuve allá?” Preguntado por el periodista Daniel Álvarez Montes, del portal El Extrabase, el actual manager de los Rockies de Colorado recordó con especial afecto su pasantía por la Liga Venezolana de Beisbol Profesional, durante las festividades del pasado Juego de Estrellas en Denver.

Black, un ex lanzador zurdo que actuó en las Mayores durante 15 temporadas, formó parte de la sólida importación que contrató la gerencia de Leones del Caracas para la temporada 1981-1982. Han transcurrido 40 años y, el ahora experimentado estratega, todavía tiene fresca en la memoria aquellos cuatro meses que pasó en el país.

“Es uno de mis recuerdos favoritos. Amo a los Leones. ‘Negro’ Prieto, Oscar Prieto, Antonio Armas, Baudilio Díaz… Luis Leal se unió para la Serie del Caribe. Grandes memorias del Caracas, lo amé, lo amé. Fue instrumental para mi carrera, me dio otro nivel de confianza. Lo amé…”.

Black comenzó aquel año en la filial Doble A de los Marineros de Seattle, ascendió a Triple A y terminó tomándose un café en las Grandes Ligas. Contaba 24 años de edad.

Oscar Prieto Párraga confesó que le emocionó escuchar las palabras del otrora batallador pitcher.

“Black estuvo desde el primer día y nos acompañó hasta la Serie del Caribe, en la que se destacó. Luego fue un lanzador aceptable en las Grandes Ligas”, apuntó.  

En la campaña 1981-1982, Leones se convirtió en el primer equipo del circuito en ganar tres campeonatos seguidos.  

“Para mí, personalmente, fue grandioso, y para los otros americanos con el equipo”, enfatizó Black, de 64 años de edad. “Steve Sax, Ron Gardenhire, Jim Maler, Daniel García, Brian Denman, Dennis Burtt. Fue grandioso en nuestras carreras. Fue grandioso conocer otro país y cultura, ver la pasión que los venezolanos tienen por el beisbol. Hoy es diferente, no muchos peloteros van a ligas invernales, nosotros lo hicimos. Fue algo animado por nuestra organización. Ellos lo arreglaron para nosotros. Fue Seattle, para ese momento, e hicieron que pasara y fui a Caracas”.

Black exhibió récord de 4-3, con 2.49 de efectividad y 1.32 de WHIP, en 72.1 innings repartidos en 12 aperturas. En la postemporada fue todavía mejor, tras ganar los tres encuentros que abrió, incluida la Serie del Caribe, gracias a un promedio de carreras limpias de 1.57 y un WHIP de 1.13 (23 INN).

Humberto Acosta, una de las mejores plumas del periodismo venezolano, fue testigo de excepción de la poderosa escuadra caraquista, tras seguir día a día sus actuaciones.

“Aquellos Leones atendían a un momento en particular. No había la cantidad de peloteros venezolanos en las Mayores de ahora, a parte de sus niveles y habilidades, pero los que estaban arriba, jugaban regularmente. Lo mismo pasaba con los importados. Un fanático de hoy se asombraría de ver ese roster. Ese Caracas pasó al playoff en un juego extra contra Aragua, y después nada ni nadie lo paró hasta que ganó la Serie del Caribe (en Hermosillo, México)”.

Caracas debió realizar un desafío de desempate contra Tigres, tras terminar la ronda regular igualados en el cuarto lugar con balance de 33-33. Algo difícil de explicar, pues Baudilio Díaz encabezó el curso con 13 jonrones, el jardinero Eddie Milner fue el mejor en bases robadas (24) y anotadas (49), mientras que Tom Dixon lideró a los lanzadores en triunfos (9) y abanicados (70). Lo que de alguna manera ilustra el nivel de la LVBP por aquellos años, al que alude Acosta.

“Cubrí ese campeonato en su totalidad para El Nacional y era tal la confianza que había en el triunfo del Caracas, que me permití adelantar la reseña. La titulé: ‘La pandilla del retorno’. Eran muy superiores, aunque siempre le di un crédito significativo a Alfonso Carrasquel, el mánager. En resumen y, aunque el tiempo no me deja evocar con precisión, era un equipo sobrado por el material criollo e importado”.

“Tengo muy buenos recuerdos de esa temporada, porque ese fue el primer equipo que armé, ayudado por mi papá”, agregó Prieto. “Fue un tremendo equipo. El manager iba a ser Joe Altobelli (coach de los Yanquis de Nueva York) y un mes antes de iniciar la temporada dijo que no. Así que le dimos el equipo a Carrasquelito”.

Desde entonces, mucha agua ha pasado bajo el puente. Prieto terminó convertido en un ejecutivo legendario por sus logros y aportes al juego en la región, al punto de tener una placa al lado de su padre Oscar “Negro” Prieto, en el Pabellón de la Fama del Caribe, algo inédito en la historia del recinto.

Luego de tres lustros en la Gran Carpa, Black inició una exitosa carrera como técnico, que le convertiría en piloto. Ha dirigido más de 2.000 encuentros por espacio de 14 años, con Padres de San Diego y Colorado, en tanto que cuenta en su vitrina personal con un premio al Mánager del Año (2010).

“Todavía les recomiendo a los peloteros que vayan a jugar invierno y dicen que no. Es otra situación. Ya no quieren ir. Era diferente en 1981. Fue hace 40 años, pero lo disfruté”, acotó Black, originario de San Mateo, California. “En días libres íbamos a la playa. El Ávila… Empanadas, arepas… El Anauco Hilton, lo amé… Hey Polar… ¡Dame una cerveza fría!”.

 

Harry “Bud” Black, después de una de las 12 aperturas que hizo con el Caracas en la ronda regular

Ahora, como estratega ha tenido a varios venezolanos a sus órdenes. Y sabe lo que sienten al enfrentarse a una cultura diferente, tratar de adaptarse y competir al mejor nivel posible. En este instante Yonathan Daza, Antonio Senzatela, Jhoulys Chacín, Elías Díaz y Germán Márquez juegan para él.  

“Estoy muy orgulloso de Germán. Me emociona que sea un All-Star. Se lo merece. Mi primer año aquí, 2017, fue el primero de él. Estoy orgulloso de ver al pitcher y la persona en la que se ha convertido. Es uno de mis favoritos, obviamente”.

“Los quiero a todos”, continuó el californiano. “Son grandes chicos. Los quiero a todos. Son muy buenos peloteros, pero sobre todo son grandes personas, Buena gente, los quiero a todos. Los venezolanos tienen que estar muy orgullosos de Germán, de la herencia venezolana y los peloteros que han venido a Estados Unidos a representarlos muy bien. El país debe estar muy orgulloso”.

Ha pasado mucho tiempo, sí, pero Black no olvida.

 

 

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