Caracas.- Es evidente, que no es el escenario que ninguno de ellos imaginó. Sin opción absoluta de alcanzar la postemporada con toda una semana de juegos todavía frente a ellos, los talentosos jóvenes que se uniformaron con los Tiburones de La Guaira en la 2021-2022 se vieron forzados a escudriñar entre los escombros para encontrar algo positivo a su paso por la zafra invernal.
Brayan Rocchio, Maikel García y Kelvin Meleán son algunas de las tantas promesas escualas que ya se despidieron del club por este año o que lo harán próximamente; sin embargo, cada uno de ellos se lleva una experiencia invaluable para sus respectivos futuros.
“Aprendí a jugar para ganar. Creo que eso fue lo más importante de todo”, le comentó Rocchio a la LVBP.com hace algunas semanas, cuando su actuación en el presente campeonato llegó a su fin. “Estuve rodeado de grandes veteranos que me ayudaron mucho. Sé cuándo debo ser agresivo en una jugada y cuándo debo conformarme con solo un out. Son enseñanzas que me servirán para el resto de mi carrera”, añadió.
Rocchio fue el mejor bateador de los litoralenses durante el poco menos de un mes en el que estuvo activo. En 17 desafíos disputados con la organización, el torpedero y prospecto de Cleveland registró una sólida línea ofensiva de .391/.440/.594. Su partida coincidió con el desplome absoluto del conjunto, que tras su despedida cayó desde la parte media de la tabla hasta el sótano, donde se mantiene actualmente.
“Es mi segunda temporada en Venezuela y en cada una de ellas he podido aprender cosas distintas”, aseguró García, ficha de los Reales en el beisbol organizado. “A veces los resultados no te acompañan en lo colectivo, pero es importante seguir dando lo mejor de ti por el equipo y por ti mismo”.
Después de un arranque algo lento en el cajón de bateo, el infielder oriundo de La Sabana también retomó el camino que lo llevó a marcar un impacto en su paso inicial por la liga en la contienda anterior. García finalizó su participación con la novena este año con .355 de promedio, cinco dobles, un triple, 15 anotadas, 14 fletadas y cuatro bases robadas.
Por su parte, Meleán, ficha de los Padres, es el único del trío que se mantenía con el combinado al iniciar la faena de este domingo, antepenúltima en el calendario de la ronda regular para los Tiburones. Junto a él, otra pieza joven de suma importancia para la franquicia, como el jardinero Lorenzo Cedrola, también seguía al pie del cañón.
“Fue una temporada de muchas altas y bajas, pero siempre estuvimos dando lo mejor de nosotros, batallando”, le dijo Meleán al canal televisivo TLT. “Queríamos que las cosas sucedieran de la mejor manera y lamentablemente no se dio. Igual seguimos preparándonos para una nueva campaña y así poder seguir ofreciendo lo mejor de nosotros”, agregó.
Brayan Rocchio fue uno de los jóvenes de mayor impacto para Tiburones, que con él jugó para 9-9
Los receptores Juan Fernández (Padres), Rafael Marchán (Filis) y Ricardo Genovés (Gigantes) también contribuyeron en su momento para la causa salada. Todos llegaron con altas expectativas y como posibles arquitectos de la temporada que tanto han soñado los aficionados del equipo.
Quizás se quedaron cortos en ese objetivo, pero cuando sea que La Guaira vuelva a contar con ellos, tendrá aún mejores versiones de cada uno, en gran parte gracias a la experiencia que les dejó la 2021-2022.
“Hay que seguir sacando lo positivo de los momentos difíciles que estamos pasando. Todo lo duro que estés atravesando en tu vida y en tu carrera te va a hacer más fuerte luego. Tengo una temporada en Estados Unidos para la que tengo que prepararme. Hay que sacar lo positivo y seguir adelante”, cerró Meleán.
Juan Fernández bateó .420 y se llevó uno de los premios Jugador de la Semana
El dato
Los cuatro promedios más elevados del torneo para jugadores de Tiburones este año (sin tomar en cuenta la regla de los turnos calificados) son peloteros en su primera o segunda experiencia en la LVBP. Hasta el domingo, todos eran comandados por Juan Fernández (.420) y seguidos por Brayan Rocchio (.391), Maikel García (.355) y Rafael Marchán (.333).
